Quiero que un macho activo me coja rico, de hecho, quiero varias cosas: quiero bañarme con él para que me limpie la cola y el culito, de paso que le dé unos besitos y lengüetazos (¡qué rico!), quiero que me consiga un corsé para sentirme como toda una puta cuando me empine, quiero que me proporcione bastante lubricante, varios enemas para quedar limpiecito por dentro, quiero que esté libre de enfermedades de transmisión sexual por dos razones de peso: quiero que se venga dentro de mí y quiero que lo haga cuando tenga la verga bien adentro, tan adentro que su cabecita colorada e hinchada esté a punto de tocar mi colon, quiero sentirlo bien adentro cuando esté retorciéndose de placer y quiero aprisionarlo contra la pared del baño (o del cuarto con clima), aprisionarlo con mis nalgotas para que no escape, para sentir el roce de mis nalgotas contra su pelvis, sentir el calor de su piel mientras aprieto mis nalgas con toda mi fuerza para exprimir hasta la última gota de leche condensada de macho, durar así hasta que se le ponga aguada, mientras estamos así, también quiero mover mis nalgas para arriba y para abajo, para un lado y para el otro con el fin de prolongar su placer porque me encanta satisfacer a un macho con una buena verga (eso me hace sentir más puta y me excita más), esa es la primera razón, la segunda es que quiero probar su semen para después escupirlo en el retrete, quiero meterme su cabecita colorada en mi boca, sellar mis labios para que ninguna gota de su leche condensada de macho salga de mi boca y caiga al suelo, quiero ver como se retuerce de placer y al hacer resto voy a hacer que me insulte porque al macho le duele cuando le chupan la cabecita colorada durante e inmediatamente después que dispara la lechita condensada. Soy una hembra, aunque por fuera soy hombre, que considera que, al hace