En medio de la fila de butacas...era él, que desfachatadamente se sentó y que pareció concentrarse en la película, decidí no hacer ningun movimiento que pudiese asustarlo pero de reojo lo observé...era mas hermoso y joven de lo que creía, al cabo de unos momentos el voltió rápidamente hacia donde yo estaba y nuevamente volvió a concentrarse en la proyección pero ahora sobándose discreta y constantemente la entrepierna...mi corazón se aceleró, dios mío no podía creer en mi suerte ufff...volví la cabeza para verlo directamente, pero al él le valió madre y siguió sobándose el chóstomo, decidí ser valiente y me acerqué a una butaca de la de él, cuando me sentaba el se bajó el zipper de la bragueta y rebuscó en el interior de sus calzoncillos sacando trabajosamente una enorme, grueza, babeante y cabezona masacuata que tenuemente brillaba a la escasa luz de la sala...me decidí y descaradamente me senté junto a él, todavía por escasos segundos observé como se la manipulaba y lentamente me incliné hacia su ñonga, al posar mis labios en su cabezón, él paró los movimientos de su mano...dios mio que aroma tan delicioso despedía su tranca, una mezcla entre jabón, meados y mecos, no pude resistir mas y mi boca atrapó al cabezón, lentamente y con movimientos circulares de mi lengua limpié la babilla que coronaba el ojuelo, degustándola, saboreándola para después comenzar a tratar de tragarme también lentamente todo aquel enorme y vibrante pedaso de carne dura y maciza...no, definitivamente no me cabía toda en mi boquita,apenas poco mas de la mitad) me la saque para verla en toda su gloriosa longitud y ahora mi glotonería prestó atención a sus tanates, a esos hermosos y peludos huevotes que invitaban a acariciarlos, a chuparlos y a tragarselos y lo hice, claro que lo hice con todo el amor del mundo mientras el levantaba las nalgas y se bajaba el pantalón hasta las rodillas, abriendo de esta manera mas las piernas y dandome a mi la oportunidad de disfrutar de toda, toda, todita...