Y una de mis manos se dirigió a su bulto...Dios, era increible que ese adolecente pudiese tener algo así entre sus piernas, me tomó del rostro obligándome a mirarlo y dijo..."¿quieres verlo, quieres, quieres? y lo vi...se bajó el pants hasta las piernas y al hacerlo su tranca reparó hacia arriba furiosa hasta su ombligo y al hacerlo pude ver maravillado como le colgaban sus peludos huevotes mientras el seguía..."¿te gusto, te gustan, la quieres, los quieres, si si?...no respondí pero si aspiré el olor de su verga, de sus huevos, de sus pliegues antes de abrir mi boca y mi lengua comenzara a jugar en torno a su cabezón, despacio muy despacio...el gimió y empujó y entonces yo habrí mas la boca y comencé a tragarme ese pedasote de carne dura, joven y maciza mientras el murmuraba gimiendo..."ahhh asi, asi papi, asi, mas mas, todo papi todo ahhh ahhh"...y yo sumisa y obedientemente lo obedecía y cuando sentía que me faltaba el aire me la sacaba para darme un respiro y volver a tragarme su ñonga...a veces cuando su cabezón tocaba la campañilla de mi garganta las arquedas me ganaban y mientras mis ojos lagrimeaban me la volvía a sacar, pero necio de mi, nuevamente la desaparecía en mi boca...cuando me levantó hacia él, me tomó del rostro y me dio un largo y apasionado beso, supe que había llegado el momento, me tomó de la cintura, voltió hacia su cama y dulcemente me empujó hacia ahí...me senté en la orilla mientras me encueraba, me estuvo observando de arriba a abajo, tocándome, pellizcando levemente mis tetillas y poniendo la yema de sus dedos en mi culito, sin palabras me dijo que me pusiera en cuatro en la orilla de la cama y así en esa posición me tocó, palpó y manoseó por todos lados...fue cuando me agarró el pito, lo exprimió y juntó entre sus dedos la babasa que se me había acumulado, la miró y acto seguido abriendo la raja de mis nalgas la embadurnó en mi culito, volvió a repetir la acción mientras se colocaba un condón que definitivamente le quedaba chico...