Y traté de abarcarla con mi mano y entonces sí me coloqué entre sus piernas y me dispuse a chupar ese enorme y venudo caramelo como dios manda...comencé con sus guevotes, los saborié, los degusté y aspiré el aroma de sus pliegues antes de dirigir mi atención al glade de su pitote, cuando me apoderé de su puntiaguda cabeza el se retorció de placer, gimió y me permitió hacer mil locuras con su tranca allá abajo...en algún momento nos encueramos totalmente y siempre yo pegado a su chostomo como pinche chivito sediento, él quiso también ascultarme, me colocó en la cama en cuatro patas, brió mis nalgas, tocó mi culito, lo olió y comenzó a meter su nariz ahí...yo sentía que en cualquier momento me desmayaría de placer y cuando le dije entrecortadamente que me la metiera, que ya me cogiera, que me chingara el se detuvo y dijo que no..."te voy a lastimar we, no creo que te quepa, no creo que la  aguantes"...le dije que se la embarrara con jabón y dijo que así me dolería más porque me ardería el culo, entonces le dije que no me importaba, quería dentro de mi su mandarria. al verme decidido el se paró y mientras se colocaba atrás de mi pude ver ese alucinante espectáculo...su verga colgaba y se balanceaba deliciosamente y no se puso jabón...lo que hizo fue pasar su mano entre mis nalgas y recolectar de mi pito la babasa que tenía acumulada, la recogió y me la untó en mi culito, volvió a pasar su mano por entre mis piernas y se la untó en el pito y le presentó su pitó a mi ansioso culito...no fue tan dramático el primer empujón por lo puntiagudo de la cabeza de su masacuata, pero lo demás ahhh lo demás fue infame, doloroso, agonizante y placentero...sentía como a poco su animalón me iba invadiendo, abriendo poco a poco los pliegues de mi posito, como se iba introduciendo en mi mientras yo sudaba y pujaba y jadeaba y gemía con cada empujón que el muchachote daba...me sentía completamente lleno a tal grado que llegué a temer que me lo reventara o que me volteara el calcetín...