(Parte 4).- La playera para casi desnudarme...
No se como pudo ser, quizá la naturaleza nos hizo así o yo estaba demasiado caliente para recibir caña, el chiste es que al primer empujon casi me la ensartó hasta la mitad...respingué y gemi pero el lo que hizo fue obligarme a empinarme mas y me saco casi todo su animalon, respire y jadie y de nuevo el me empotró con otro empujón, sentí que me perdia en un universo de sensaciones, de luces, colores y sonidos...sus guevos ya estaban chocando en mis nalguitas tratando de meterse tambien, me resbale y quedé suspendido en el aire, sus brazos me sostenían y su tronco me detenia...y se fue agachando poco a poco arrastrandome con él hasta acostarme en la puta banqueta y ahi comenzó a bombearme con todo lo que daba...luego me puso completamente a gatas y otra vez de nuevo de a parador...mi culito latia de dolor y de placer y yo mismo le agarraba las nalgas tratando de que entrara mas y mas en mi, cuando comenzó a gemir, a jadear, a sudar copiosamente y a apergollarme en un abrazo imposible, supe que se aproximaba el final y asi fue...senti como su pito se inchaba mas dentro de mi, los espasmos de su cuerpo cuando comenzó escupirme prolongada e inenterrumpidamente de mecos ardientes y espesos mis intestinos...me pidio, me rogo, me exigio que no me moviera, que dejara que su verga acabara de exprimirse dentro de mi...al cabo de un rato nos despegamos, se acomodó la ropa y yo hice lo propio...me volvio a repetir que se llamaba Aldo, que tenía 24 años, que tocaba toda la semana en el antro menos los jueves, que era responsable de 2 hermaanos mas chicos y que por lo mismo no podia darse el lujo de tener novia, que no le gustaba mi amigo y que por favor, por favor le permitiera usar mi culito cuando sintiera la necesidad...no objeté nada, pero si le dije a mi nuevo amigo lo que pasó, primero se molesto pero después filosoficamente dijo que no importaba, vergas había muchas y que ya le habia hechado el ojo a otro de los integraantes del grupo...