Miedo que el mismo tenía de desmadrarme...fue tierno, muy tierno hasta que entró toda y sus tanates colgaban dentro de mi...entonces se quedó un rato así, quieto mientra mi pedorrito de acostumbraba a su ñonga y al cabo de unos momentos comenzó el lento movimiento del mete y saca, primero lenta muy lentamente y después más y más y más rápido...creo que sus gemidos y los míos se escuchaban por toda la pensión, pero a él eso ya le valío madre y deliraba con cada estocada que me daba...yo nomas pelaba tamaños ojotes y aullaba en cada arremetida, se cansó de la posición de a perrito y me sentó en su trabuco mientras frotaba mis pesones y me mordisqueb el cuello y las orejas, despues me puso patitas al hombro para luego acostarse y colocarme con mis piernas alrededor de su vientre, bien bien apergollado y me mecía de arriba a abajo, de abajo a arriba en una deliciosa, dolorosa y alucinante cabalgata y me tenía después acostado boca abajo bombeandome salvajemente cuando de pronto sentí que se estaba viniendo, sentí como los chorros de mecos eran expulsados de su pito esparciéndose dentro de mi en tantas veces que pensé que lo que estaba haciendo era mear dentro de mi y así quedamos, tirados, inertes y desfallecidos sin que me sacara la reata hasta que se salió ella sola ya sin una gota de mecapales...nos haceamos mutuamente en el baño, nos vestimos, salimos de la pensión y platicamos...curiosamente por esas cosas del destino, Julio trabajaba en la misma compañía a la que yo auditaría, me acompañó al hotel, lo vi muy diligente al día siguiente y bastaba una seña mía o de él para saber que más tarde tendríamos sexo...con el paso de las semanas creo que me enamoré de ese muchachote, mi culito se había hecho adicto a su camote, pero también recordaba que yo solamente estaba de paso y tarde o temprano me ausentaría, por lo que decidi probar otras opciones y no sufrir tanto cuando lo dejara y volvii algunas veces al mismo cine sin comentarle nada a julio...probé varios pitos..