(PARTE 5).- Mi cultivo, mi tierno pedorrin me palpitaba....
Dolorosamente, afortunadamente el pareció darse cuenta y dirigió su dedote hacia la raja de mis nalguitas y rebuscó entre ellas hasta que encontró lo que buscaba, tiernamente metió su dedo y yo gemí, lo volvió hacer y yo me abrí mas mientras ahora yo me ponía boca arriba animándolo a que se encimara sobre de mi...se detuvo un momento y me dijo entre dientes que me dolería, no le hice caso y levanté mis piernas hacia sus hombros, el tomó una y la sostuvo en alto mientras con la otra se ensalivaba la mandarria y el sobrante lo untaba en mi oscuro posito...y la colocó en la entrada y empujó, yo respingué y el se detuvo y volvió a empujar y yo a pujar, y colvio a empujar y yo a gemir y colvió a empujar y yo a jadear...me estaba reventando el culo y yo estaba feliz y lleno de dolor, pero ya había entrado el cabezón y tenía ya ensartada casi la mitad de su candente fierro y de pronto se detuvo cuando yo quería, deseaba y exigía que siguiera horadando mi interior...y de pronto el mas intenso y delirante dolor invadió todo mi interior, solo se había detenido para afianzarse mas, agarrar fuerza y dejárme caer de una vez por todas todo todo todito su enorme animalón...sentí que moriría allí estacado como una pinche mariposita, pero él no me permitió ningún descanso...me la sacó un pedacito y me la volvió a ensartar toda, luego otro pedazo mas y volvermela a sambutir, así hasta que casi ya me la sacaba toda y la volvía a meter hasta el full, cada vez mas y mas rápido y mientras el jadeaba y sudaba como bestia, yo pujaba y gemía como cualquier puto barato...despues me empinó de a perrito, otra vez patas al hombro, luego de lado y luego acostado boca abajo, hasta que sentí entre pujidos mios y gemidos suyos como me rellenaba el intestino con sus calientes y espesos mecapales, llegué a pensar que se estaba meando dentro de mi pues sus chisguetes de mecos fueron demasiados y mi culito ya los explusaba chorreandonos a los dos las piernas...luego se volvió a echar desnudo, me jalo.