Y supe y el supo que al fin lo logré, cuando su inhiesta vergota toco mis campanilla, las amigdalas, la laringe, la laringe y creo que hasta el esófago y sus tiernos y castaños pelitos cada vez que me la tragaba toda hacían cosquillas en mi nariz, mientras el seguia gimiendo y balbuceando ahgghgh ahhhgf no, noo, no si si no...al cabo de un ratote mis maldibulas estaban ya entumecidas y mis ojitos dormilones lagrimeaban, fue entonces que una de sus manos se deslizaron por mi espalda, bajando y abriendo la raja de mis nalgas y su dedo indice encontró mi pedorrito, acariciandolo en círculos y tratando de meterme su dedo índice...no hubo necesidad de palabras, el supo y yo supe lo que vendría después, se hizo a un lado hasta la orilla de la cama y yo me coloqué sumisamente boca abajo parando mis nalguitas...imbécil de mi, no conté con su inexperiencia, cuando traté de ponerme saliba en mi posito el creyó otra cosa e inmediatamente se colocó tras de mi, de tal suerte que su chostomo quedo exactamente en mi entrada y sin darme tiempo para nada se dejó ir violenta y brutalmente así en seco...grité, grité y gemi y pujé y me debatí en silencio...quise safarme pero su peso me lo impidió y volvió a empujar, a empujar y a empujar y supe que ya estaba totalmente empalado, ensartado como vil mariposita por su inhiesta estaca  mientras el seguia gimiendo y gimiendo...inmediatamente me la empezó a sacar y yo creí que me voltearía el calcetín y luego me la dejo caer otra vez de un chingadaso, una, dos, tres, treinta, cuarenta veces, creí que moriría o al menos me desmayaría en cualquier momento, ya no sentía lo duro si no lo tupido, sudábamos a chorros y entonces sentí como mi posito se expandía mas y mas porque su tranca estaba alcanzando su maximo grosor y envergadura, creí escucharlo gruñir otra vez y entonces sentí como sus tiernos mecapales comenzaban a bañarme mis intestinos en chisguetes y chisguetes de interminable lava ardiendo...