Lexy, soy la nena sucia que tango has deseado conocer
Desprovisto de cuidado, el manotazo impreciso que inicia nuestro encuentro, pero certero e impetuoso, una caricia recibióel hueso del cuello, justo tocas el lugar donde me enciendo y ni aun así, perdere vigor Envalentonado, en vano el momento de caricias devolvió y el corpulento hombre que me imagino eres, inerme expiró.