Maritza, Las tentaciones como tú, merecen pecados como yo.
Me desvisto, entro a la regadera, el agua fría cae de golpe en mi cabeza, de ahí lentamente recorre mi cara, baja por mi cuello, toca mi pecho, roza mis pezones…
Maritza, Las tentaciones como tú, merecen pecados como yo.
Me desvisto, entro a la regadera, el agua fría cae de golpe en mi cabeza, de ahí lentamente recorre mi cara, baja por mi cuello, toca mi pecho, roza mis pezones…
Este anuncio lleva tiempo inactivo y se han ocultado los métodos de contacto